"Los trabajadores conmemoramos el día internacional de la clase obrera, en medio de la más grave crisis del capitalismo en las últimas décadas. Según cifras oficiales del FMI, solo en los “países desarrollados” entre 55 millones y 90 millones de habitantes quedarán sumidos en la miseria, y en los “países en desarrollo”, las metas de reducción de la pobreza sufrirán un estancamiento y retrocesos considerables, que tendrían adicionalmente un impacto grave y duradero en los sectores de la educación y la salud, y sumaría entre 200.000 y 400.000 muertes anuales de menores de cinco años a las actuales entre este año y el 2015.
En Colombia, con una economía donde el aparato productivo nacional ha sido destruido por los últimos gobiernos neoliberales, y se ha aumentado la dependencia a los centros externos del poder capitalista, las consecuencias no se han hecho esperar: caída acelerada de las exportaciones, estancamiento de la producción industrial, caída de la inversión extranjera y un fuerte recorte en las remesas, son solo algunas de las consecuencias inmediatas que ya se dejan ver en el aumento del desempleo, cercano a los tres millones de trabajadores, la informalidad imperante y la crisis social generalizada en la que vive la mayoría del pueblo.
Frente a este panorama la tecnocracia del regimen propone profundizar la receta neoliberal, y continuar recargando sobre los hombros de los trabajadores los costos de la crisis. En esa dirección marchan los anuncios de nuevas reformas tributarias, laborales, al sistema de salud y seguridad social, la eliminación de los parafiscales, el aumento del IVA, entre otras medidas, que para nada tocan los sectores del capital ya beneficiarios de grandes incentivos, como por ejemplo, los ligados a las cuestionadas zonas francas uniempresariales.
Estas medidas económicas van acompañadas de los planes políticos que buscan la nueva reelección de Álvaro Uribe Vélez, y de la política de impunidad y guerra arrasada que continúa agudizando la crisis humanitaria en el país y prolongando la guerra.
El llamado al pueblo colombiano es a movilizarse por la defensa de sus derechos, a la resistencia y a la lucha consecuente por los cambios. Como lo vienen asumiendo ejemplarmente la Minga Indígena, los cañeros del valle del cauca, los trabajadores de FENOCO, los estudiantes universitarios, el movimiento contra crímenes de estado, y otros sectores del movimiento democrático.
La salida a la crisis del país tiene que ser una salida anti neoliberal, unitaria y popular. Ligada a los cambios políticos progresistas que se viven en Latinoamérica; a un nuevo gobierno democrático, con el respaldo popular necesario para materializar un plan de cambios inmediato que contribuya a los objetivos estratégicos de la paz democrática, la soberanía, la dignidad y el socialismo.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Comité Distrital"
Extraido de PCC
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